lunes, 24 de enero de 2011

la demanda agregada, la esperanza se confunde con la hybris

Cuestión de consumo es como decir de la demanda agregada, que tiene que ver con el flujo circular del ingreso y gasto; toda la producción de una economía (Y), debe tener un destino, el cual está dado por: C,I,G,X,M. el ingreso generado en la economía es igual a su gasto (destino) quedando como sigue: Y=C+I+G+X-M=DA. (DA = Demanda agregada. C = Demanda de consumo privado. I = Demanda de inversión. G = Consumo público. X = Exportaciones. M = Importaciones). Normalmente se asocia a la oferta monetaria o a las tasas de interés, cuanto mayor es la cantidad de dinero, mayor será la demanda agregada; o si aumenta la tasa de interés disminuye la demanda agregada. Pero si la política fiscal del gobierno trata de influir sobre la economía mediante el gasto que realiza o ya sea mediante la modificación de impuestos o transferencias, pues es muy posible que disminuya la demanda; más bien esto es lo que se esperará. Entonces ¿cómo vamos a consumir? Aunque esos 6 puntos de diferencial de productividad a mí me han dado cierta ilusión. Pero no se debe confundir la ilusión con la esperanza, ni con los falsos espejismos. Siempre confía alguien en nuestras posibilidades por la exportación; en realidad me parece una tesis admirable y que busca una luz. Y muchos tendríamos que saber leer las noticias de economía, porque últimamente todo lo que se lee parece que nos deprime más.

No sólo es una cuestión de consumo , es una cuestión de creación, de exportación y de avanzar en avances tecnológicos, sobre ello veremos muchas cosas, que aún tienen que salir nuevas. Habrá que crear flexiseguridad o como se llame, pero ya se debería estar pensando en ello. Y el gobierno tendrá que seguir gastando, porque desde luego la diferencia que tenemos con Grecia en desempleo, es muy superior aquí en España; eso es realmente un problema. Aunque Grecia tiene una deuda muy alta 125% del PIB en 2010, mientras que la de España rondará el 55% del PIB, pero la tasa de paro griega en septiembre era del 9,7%; la española, del 19%. Y no vale que venga el premio nobel Finn Kydland y nos diga que España tiene una red de apoyo familiar que absorbe ese choque dramático, que por ejemplo eso no existe en EEUU, y que allí sí sería un problema esta alta tasa. Y aquí de nuevo la gasolina se encarece. Y parece que no avanzamos.

"La esperanza se confunde con la hybris, con la arrogancia, ella sí, en verdad, ciega", dice María Zambrano. "La esperanza puede alíarse también con la ilusión, puede dejarse vencer, apenas nacida, por la avidez de logro, por la impaciencia, y decaer convirtiéndose en ilusión, en la ilusión que se alimenta de espejismos en los que la propia ansia se refleja. Lo cual sucede cuando ese paso que hemos señalado tiene una sola dimensión, la del recibir. Cuando de verdad la esperanza se dirige a ofrecer, puede ir más allá de lo que la razón común presenta, mas sin crear espejismos porque o va en la oscuridad -en la noche oscura- o en la luz directa de la verdad no aparente. Y no esclava de la luz refleja".

Son los textos clásicos del pesimismo griego más acentuado los que consideran a la esperanza como algo engañoso o como ciega, y puede resultar hoy día una paradoja con la realidad griega que vivimos. "Hay una esperanza que nada espera, que se alimenta de su propia incertidumbre: la esperanza creadora; la que extrae del vacío, de la adversidad, de la oposición, su propia fuerza sin por eso oponerse a nada, sin embalarse en ninguna clase de guerra. Es la esperanza que crea suspendida sobre la realidad sin desconocerla, la que nace del sacrificio que nada espera de inmediato mas que sabe gozosamente de su cierto, sobrepasado, cumplimiento.” (María Zambrano, El sueño creador, 1970) Según esta autora, el privado de esperanza lo padece en angustia. Y la angustia desde luego es una verdadera inhibición. Y movimientos que parecen contrarios, como el pedir y el ofrecer, el llamar y el escuchar, vienen a ser como la sístole y la diástole de corazón. Se descubre también que son convertibles: que el que pide muchas veces da, que el que ofrece recibe. Se establece la circulación de bienes, desde los bienes llamados materiales hasta los más invisibles, sutiles y luminosos bienes. La circulación que el movimiento del corazón establece trasciende por la esperanza todos los dominios de la humana vida.

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