martes, 25 de enero de 2011

la racionalidad científica

La racionalidad " científica " o las leyes científicas han estado separadas de la racionalidad del lenguaje o racionalidad argumentativa, no en Aristóteles, pero hoy volvemos a unirlas, porque fundamentalmente y ya Wittgenstein lo hizo ver en su valiosa contribución, el lenguaje es diversidad de códigos.

Es decir, lo único que podemos hacer con el lenguaje no es persuadir, porque también un codigo moral es un código; y no solo los paradigmas científicos son los únicos que valen. Luego hoy día se aboga por la unidad entre ciencia, y racionalidad científica y racionalidad ética.

Que los principios lógicos conquisten de nosotros un generalizado grado de consenso sólo quiere decir que en tanto miembros de la comunidad de comunicación que constituimos los seres racionales, echamos manos de ella por ninguna necesidad de tipo sobre humano.

La razón no está conectada no sólo con la verdad sino con la veracidad y con lo inteligible, cuando hablo de razón hablo de aprehensión sensible en modalidad distanciada de realidad. Casi siempre se trata de una maximización de la realidad, es decir, con la razón perseguimos un objetivo bueno de vida. Tenemos una buena razón. Entendemos lo racional como lo razonable.

Entonces, yo sólo conozco dos clases de razones, la razón de Séneca, que es una razón negativa, que busca la moderación, es la razón estoica, y en cierta parte muchas veces he elogiado el estoicismo y la escuela de Zenon y tengo escritos sobre esto.

Y luego está la razón argumentativa -otra cosa es la razón dogmática también elevando la razón misma a un monstruo, porque la razón a veces hace mas daño que otra cosa, la prueba está en los fascismos, autoritarismos-, pero sobre la razón argumentativa que están estudiando los flósofos alemanes, Habermas y Apel, y otros, se está abriendo un debate y gracias a ello se puede reconocer un instrumento racional que permita crear la ciudadanía social y del mundo.

Y en fin, lo que hay que saber es que la razón es un salto en el vacío, pero que nos lleva la pura y simple realidad, nos lleva al futuro, por eso tiene un factor de creencia dentro de él, pero no tiene que ser subjetiva sino puede ser intersubjetiva. Para esto lease a Kant y la razón autónoma de individuo y frente a la razón de la tradicion o instituciones ancladas en otros tiempos. Tambien sobre esto, el primer Hegel.

Pero lo más importante es saber o descubrir que la razón es un sentir "libre", esta es la diferencia con los demás sentires o emociones, al ser libre puede brotar la razón, es por eso un sentir aunque modulado, o si quieres una modalidad libre de aprehensión de sentir o inteligir, es lo mismo. Pues solo hay impresion de sentir y realidad, y Schopenhauer defiende esto y es un filósofo curioso que me gusta que lo hayas citado, pero no hay más. La razón te lleva a la realidad, como entre otras cosas decía no te lleva al cielo de Platón, no te lleva a una nube o idealidad imposible, aunque muchas veces está ese peligro de que somos dominados por fieras de la publicidad o de la economía que nos están todos los días lanzando consignas para que hagamos lo que ellos quieren y que en buena medida nos están llevando a un mundo desquicidado muy cerca de la locura.

Schopenhauer sostuvo que el conocimiento esencial del yo se identifica con lo que denominó "voluntad" o "voluntad de vivir" (Wille zum Leben). Es decir, decía que el noúmeno sólo se podía conocer a través del fenómeno, de la voluntad. En todo caso, el mundo de los fenómenos —que a diferencia de la Voluntad está sujeto indefectiblemente a las coordenadas espacio-temporales determinadas por el principio de individuación (principium individuationis) y a la ley de causalidad—, no es más que la Voluntad misma "objetivada" que, en cuanto tal, debe ser entendida en términos de lo que Schopenhauer llama "representación" (Vorstellung). En sí misma, sin embargo, la Voluntad no es otra cosa que "un ciego afán" (Drang), un impulso o pulsión (Trieb) carente por completo de fundamento y motivos", (El mundo como voluntad y representación, II. ii, 28). El nos dice: "Bajo tales aspectos, entonces, resulta evidente que yo, con razón, haya puesto a la Voluntad de vivir como lo ulteriormente inexplicable, o más bien, como fundamento y base de toda explicación y que ésta —muy lejos de ser un palabrerío vacío como 'lo absoluto', 'lo infinito', 'la idea' y demás expresiones similares— sea lo más real (das Allerrealste) que conocemos; más aún: el núcleo de la realidad misma (der Kern der Realität selbst)".

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