miércoles, 12 de enero de 2011

el proyecto frustrado de la razón

Locke aporta algo más al contractualismo de Rousseau. Pero es la influencia de este autor en Kant y en el proyecto frustrado de razón ilustrada lo que destacaría más. No comparto tampoco la filosofía de los idealismos absolutos heredada de Platón y llevada por Hegel y Marx (en el ala izquierda) a su máxima expresión, todos los idealismos llevan a crear mundos artificiales y tiránicos. No es volver a Platón sino a la idea de la formulación de “diálogo” y al concepto de mito en la palabra, pero para nosotros es volver a la Grecia anterior a Grecia misma, a la Tracia y a Fenicia, donde emergió esa necesidad de diálogo. En cuanto al epicureísmo, como búsqueda de la felicidad, encuentro sensato pero también creo que buscamos algo de ello en el estoicismo, doctrina de Zenón de Citio, que fue vencida por el cristianismo y no se discutió, a partir de ahí se eclipsó la sabiduría en occidente, y caímos en manos de los falsos profetas, o de otra forma de sabiduría. Entre el estoicismo -forma depurada del desapego- y el epicureísmo adoptamos las dos formas de estas sabidurías, también según el momento.

Siendo respetuosa con Aristóteles pero en esto mandaríamos a paseo a los neoplatónicos y a los neoaristotélicos. En cuanto al proyecto de la razón y de la comunicación es adonde se encamina tambien la filosofía de Habermas y de Apel, de signo actual, pero buscaríamos una complementariedad con los existencialismos de Kierkegaard a Jaspers, y del decisionismo analítico con la ética sartriana de la “situación”. El proyecto de la razón se reducirá para Nietzsche a “pervertida voluntad de poder” y, ya en nuestros días se ha visto sucesivamente sometida a la reivindicación de “lo heterogéneo” o irreductible a la razón como en Bataille, a la purga de toda pretensión racional de validez en el discurso que acompaña al “desenmascaramiento de las ciencias humanas” por parte de Foucault, o a la denuncia del “logocentrismo” a manos de Derrida. El panorama con que se concluye es cualquier cosa menos alentador.


Javier Muguerza ha tratado el tema de la razón y su proyecto en su libro, Desde la perplejidad, ensayos sobre la ética, la razón y el diálogo, Fondo de Cultura Económica, 2006, México.

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