jueves, 13 de enero de 2011

el riesgo de disentimiento y la cohesión social

Realmente lo que se ha perdido, cuando se pierde la legitimación, es la integración de esa cohesión social del sistema y por eso se tiende a reaccionar desde dentro mismo del sistema. Se puede hablar también del "riesgo de disentimiento" social. En condiciones modernas de sociedades complejas que en vastos ámbitos de interacción exigen una acción regida por intereses y, por tanto, normativamente neutralizada, surge esa situación paradójica en la que la acción comunicativa, suelta, deslimitada, liberada de sus viejos límites, suprime en ella toda barrera.

El encargo que ahora recibe de asegurar y operar de la integración social, no puede pretender desempeñarlo en serio, pero tampoco puede pretender quitárselo. Es decir, si decide echar mano de sus propios recursos, la acción comunicativa sólo puede domesticar "el riesgo de disentimiento" que lleva en su seno aumentando ese riesgo, a saber, estableciéndolo duraderamente. Realmente las reglas de la acción comunicativa son las que están en juego y deben saber vertebrar bien el sistema. En el hombre o sujeto del heideggeriano "ser ahí" hay siempre una necesidad de estar ahí siempre, en su conciencia preteórica de la realidad, sea funcionario publico o no, siempre suponemos que la realidad, en un estado natural de conciencia, va a seguir siendo así siempre, necesitamos tener esta seguridad como una seguridad misma en nuestra conciencia cotidiana de la vida. Entonces la ley lo que hace en estas situaciones es preservar algunas relaciones institucionales a las que privilegia con seguridad, pero también las captura exigiendo la obediencia entre los jefes y empleados, por eso tienen también un riesgo. Sobre el riesgo de disentimiento en lo social quien mejor lo ha tratado es el filósofo Jürgen Habermas en, Facticidad y Validez, ed. Trotta, 1998, Madrid.

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