martes, 18 de enero de 2011

información, libertad y autonomía

El problema es que hay tal cantidad de información que el conocimiento aunque se comparte no sabe distinguirse, seguimos siendo ignorantes también por la sobreabundancia de información.

Nos debatimos entre el mundo feliz de Huxley, donde se pretendía controlar dando placer o dejando abierta las posibilidades de información, o bien entre el mundo de Orwell, donde en este caso se controla a través del dolor, de no permitir la libre información, de burocratizar las sociedades todavía más.

La formación intersubjetiva de la verdad para formar las razones colectivas para la acción, es el único modo en que tenemos que compartir la verdad porque ésta es verdad consensual comunicativa. Tenemos que llegar a un consenso de validez intersubjetivo.

Un poder desde la autonomía subjetiva lo que reivindica es la negativa a atentar contra la dignidad humana, se produce un imperativo individual de disidencia, porque en último término la libertad significa esto, por mucho que estemos gobernados por normas o por consensos o interacciones, podemos tener una parte de libre autonomía como sujetos y como individuos, pero sobre todo en esto, en decir que “no” ante los abusos a las personas o ante la mentira.

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