La economía de una neurosis. La lógica está al servicio de la historia y del proceso que allí se organiza. No hay institución sin su jurista, por consiguiente sin su casuística.
La Ley no domina a sus sujetos más que por esto: a partir de un juego de manos que sustituye el goce por una regla estricta pero tranquilizadora. La ley del amor: El falo después de todo no aparece allí, le parecerá al analista si interpreta ese lugar del discurso dogmático como objeto peligroso, un objeto de algún modo separado del cuerpo, aunque instaura allí el estigma de un sufrimiento, el sufrimiento de gozar por él. La amenaza absoluta de la castración está significada. Sería el objeto transportado, sede privilegiada del apetito sensitivo del amor y amenazado de ser arrancado. Por tanto para los grupos humanos solidarios de un terror igual como para el individuo víctima nos hemos especializado y refinado en un curso de estudios históricos ("cours d'etudes historiques") de la ignorancia y la falsa ciencia.
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