más realidad fantasmática

Toda realidad que tiene toda la furia, toda la rebeldía, un poco como la Irlanda de James Joyces, que lucha contra las convenciones de la sociedad burguesa, un poco también se sale de la realidad hacia ese fantasma, esa difuminación que este auto encarna con su literatura.

” Su alma se iba hundiendo en aquel mundo desconocido, fantástico, vago como las profundidades marinas, surcado por formas y seres de niebla. ¿Era un mundo, una luz vaga o una flor? Brillo y temblor, temblor y flujo, luz en aurora, flor que se abre”, dice Joyce, en su Retrato del artista adolescente. Seguro que toda esa fascinación, esa modernidad se unen ahora y debe ser como una furia sostenida, un estado de ánimo que deba de tener un destino igualable, como decía Herodoto.